Recientemente, nuestra compañera Sandra Mellado Pastor, Psicóloga General Sanitaria, ha llevado a cabo una publicación que versa sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y el Trastorno de Pánico con Agorafobia (TPA). Junto a otros dos autores (Joaquín M. Pastor Morales y Carmen del Río Sánchez), ha tratado de profundizar en aspectos relacionados con estos trastornos, como son la Evitación Experiencia (EE) y la Fusión Cognitiva (FC). Aunque son problemas diferentes, el TPA y el TOC, tienen en común el malestar y/o ansiedad que generan, así como la limitación en las diferentes esferas de la vida que pueden ocasionar. Ambos problemas son relativamente frecuentes como motivo de consulta y en ocasiones, se mantienen en secreto durante mucho tiempo hasta que se solicita ayuda profesional, especialmente en el TOC.
En esta nueva entrada de nuestro blog, expondremos brevemente qué caracteriza al TPA y al TOC y además, ponemos a disposición de los lectores interesados, el artículo de nuestra compañera, el cual se encuentra disponible en el siguiente enlace:
https://www.apuntesdepsicologia.es/index.php/revista/article/view/1548
En ambos problemas, es fundamental intervenir desde las fases más precoces. Pero ¿En qué consisten estos problemas? ¿Qué características lo definen?
El trastorno de pánico se caracteriza por la instauración súbita de un miedo o malestar intensos, que puede llegar a alcanzar su máxima expresión en cuestión de minutos. Durante este corto espacio de tiempo, para que el trastorno de pánico sea considerado como tal, han de aparecer al menos 4 de los siguientes síntomas:
- – Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
- – Sudoración.
- – Temblor o sacudidas.
- – Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
- – Sensación de ahogo.
- – Dolor o molestias en el tórax.
- – Náuseas o malestar abdominal.
- – Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
- – Escalofríos o sensación de calor.
- – Parestesias.
- – Desrealización o despersonalización.
- – Miedo a perder el control o “volverse loco”.
- – Miedo a morir.
Usualmente, cuando una persona sufre un ataque de pánico, suele quedarse preocupada con que éste vuelva a aparecer en otro momento o con las propias consecuencias que pudiera ocasionar el ataque. Siendo así, las personas pueden desarrollar una serie de comportamientos evitativos, los cuales sueles ser bastante desadaptativos. Un ejemplo de esto último, sería el hecho de que una persona prescinda de estar en situaciones no familiares por el miedo a sufrir un ataque de pánico durante la misma.
A menudo, el trastorno de pánico suele aparecer codificado junto a la agorafobia, cuando el miedo o la ansiedad intensas se instauran en 2 o más de las siguientes situaciones definidas a continuación:
- – Uso de transporte público.
- – Espacios abiertos.
- – Lugares cerrados (tiendas, teatros, cines…).
- – Hacer una cola o estar en medio de una multitud.
- – Estar fuera de casa solo.
Por otro lado, el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) estaría caracterizado por la presencia de obsesiones, compulsiones o ambas.
Las obsesiones se definen por:
- – Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se vivencian como intrusivas o no deseadas y que, en la mayoría de las personas, generan ansiedad o malestar importante.
- – La persona intenta ignorar esos pensamientos, impulsos o imágenes o neutralizarlos de alguna forma con otro pensamiento o acción (esto último sería la compulsión).
Las compulsiones se definen por:
- – Comportamientos (por ejemplo, lavarse las manos o comprobar alguna cosa) o acciones mentales (por ejemplo, rezar, contar o repetir palabras mentalmente) que son repetitivos y que la persona que padece el problema usa en respuesta a la obsesión.
- – El objetivo de los comportamientos o acciones mentales descritos, es el de prevenir o disminuir la ansiedad/malestar, o evitar algún suceso o situación temida, aunque en realidad, estos actos mentales o comportamientos no están conectados de una manera realista con los destinados a neutralizar o prevenir, o bien son claramente excesivos.
Por ejemplo, una persona con TOC, puede tener una imagen intrusiva y vivenciada como desagradable, consistente en el visionado de un ser querido dentro de un ataúd, muerto. Ante esto, la persona puede desarrollar una serie de conductas compulsivas tendentes a reducir el malestar que esta imagen intrusiva provoca, que pueden consistir por ejemplo en el conteo hasta 100 en 3 ocasiones. Como puede observarse en el ejemplo, la conducta compulsiva de contar, nada tiene que ver con la imagen vivenciada como desagradable.
A menudo, las obsesiones o compulsiones limitan la vida de la persona porque requieren de mucho tiempo o causan bastante malestar. Por ejemplo, una persona, puede llegar a trabajar tarde porque tiene que terminar de hacer un ritual comprobatorio de puertas de toda la casa antes de salir.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Mellado-Pastor, S., Del-Río-Sánchez, C. y Pastor-Morales, J. (2023). La influencia de la evitación experiencial y la fusión cognitiva en personas con diagnóstico de trastorno de pánico y agorafobia y TOC. Apuntes de Psicología, 41(2), 69-75. https://doi.org/10.55414/ap.v41i2.1548
American Psychiatric Association. (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
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